Es la hora, me dije a mi misma. La hora que había estado esperando todo ese tiempo. Le tenía a mi espalda. Ultimando los detalles. La hora de dar el paso a delante y enseñar a todo el mundo lo que era capaz de hacer.
- Respira, concéntrate, abre los ojos y sal – me dijo.
- Ni que fuera tan fácil... - le respondí.
- ¡Solo hazlo!
Y diciendo esto me empujó hacia el escenario, donde me esperaban millones de fans.
Avancé lentamente con mi guitarra colgada hasta el centro del escenario. Comencé a tocar. Luego a cantar.
Una hora…
Después otra…
Tres horas de incansables aplausos, silbidos y gritos. La emoción se palpaba en el ambiente. El concierto estaba apunto de acabar. Anduve hasta el borde del escenario para saludar. Perdí el equilibrio. Y me caí de la cama.
lelgará el dia que no caigas de la cama
ResponderEliminarBuenísima.
ResponderEliminarAna, espero nuevas entradas tuyas, no hagas a tu público esperar tanto no? L)
ResponderEliminarCon lo bien que cantas ya mismo dejara de se un secreto entreo tu almohada y tu =) fdo: sirope de xocolate
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